Julio siempre nos trae el recuerdo de la gesta en España hace más de 80 años. Millones de personas tomaron la vida en sus manos y la organizaron sin patrones, hasta terminar derrotada gracias a una alianza nazi y fascista. Luego vendrá una dictadura hasta la muerte de Franco y a mediados de los 70´ la firma del Pacto de la Moncloa, que tanto reclaman los “peronistas responsables” para Argentina. Hoy como ayer ese pacto habla de políticos, sindicatos y empresarios arreglando como mantenernos conformes con lo menos posible. Ni ayer ni hoy podrán contar con los/as anarquistas.

El oficialismo tiene sus batallas internas televisadas y el sector opositor más importante a nivel electoral, se junta en nombre de la patria y trata de estrechar su relación con el santo padre que vive en Roma. Pero como entre bueyes no hay cornadas, “izquierda” y “derecha” se gritan e insultan por momentos, dando espectáculos memorables, pero se abrazan en el Congreso cuando ven que sigue ganando la Política. Así estamos, mientras continúan los despidos y las protestas a lo largo y ancho del país, la inflación y el precio del dólar generan incertidumbre. El sindicalismo organiza paros domingueros demostrando su habilidad para esquivar carpetazos y la ciudadanía cae en una nueva grieta eligiendo colores de pañuelos, como algo cíclico al servicio del Estado y el Capital.

Un año sin Santiago Maldonado. Continúan las operaciones de prensa y las noticias de que más gendarmes se harán cargo del control social en las calles y serán reemplazados en las fronteras con personal del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada. Nosotros/as no necesitamos peritajes o informes judiciales para tener claro el rol de cualquiera de las fuerzas que hacen el trabajo sucio del Estado. Tampoco seremos de los que se quejen de la represión o inventen mártires.

Un año de Facundo Huala en cana por segunda vez , (y, desde mediados de julio, con prisión domiciliaria en Esquel) esperando que la justicia termine de dar vueltas y decida si mandarlo a Chile o juzgarlo en Argentina.

Al mismo tiempo que el poder judicial parece que se enteró que hay tuberculosis en las cárceles argentinas, Diego Parodi sigue aguantando en un penal por el hecho de plantarse frente al Congreso en Diciembre pasado.

En este contexto, vamos por el tercer número. De algunas de las cuestiones mencionadas queremos reflexionar y hacer nuestra pequeña contribución para discusiones que necesariamente nos exceden. El panorama es complejo, sin embargo, muchos siguen intentando, resistiendo y atacando. Esperamos este periódico sea un aporte para continuar en esa búsqueda que día a día nos recuerda porque queremos cambiarlo todo.

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