Desde hace unas semanas, desde el Frente de Todos se viene hablando (primero mediáticamente, luego en sesiones de Diputados) del denominado Impuesto sobre la Riqueza. En realidad, oficialmente se lo conoce con el pomposo nombre de “Aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia” a pagar por las personas que más patrimonio declaran en el país. Indagando un poco en la forma de denominarlo, podemos darnos cuenta, a partir de las palabras que utiliza para clasificarlo, que éstas en realidad no aportan nada de novedoso, sino por el contrario, trata de endulzar con palabras que suenan bien otra intromisión de la Política para paliar sus desbarajustes fiscales. Y al hablar de “aporte solidario” lo que logran (o al menos pretenden lograr) es que los capitalistas implicados en el alcance del impuesto, sean vistos como verdaderos patriotas dispuestos a colaborar con el fisco. Artilugios de la Política, con el beneplácito del Capital nacional: todo sea por mantener el statu quo.

Ahora bien, ¿de qué va este nuevo impuesto impulsado por Máximo Kirchner y Carlos Heller? Según propias palabras de los impulsores sería un “aporte por única vez que va a alcanzar exclusivamente a las personas humanas de elevado nivel patrimonial”

¿Quiénes deberían pagarlo? Aquellas personas físicas que sus riquezas superen los 200 millones de pesos. Se trata de aproximadamente 12.000 personas. Alrededor de la mitad de las personas alcanzadas por este aporte tienen entre 200 a 400 millones de pesos. La mayor tasa alcanza a menos de 300 personas.

Comenzaría con una alícuota del 2% que se incrementaría a partir de que el patrimonio sea mayor, con un máximo del 3,5% que pagarían aquellos que tengan declarados $ 3.000 millones o más. La recaudación, que se espera ronde los $ 300 mil millones (cerca de US$ 4 mil millones al tipo de cambio oficial mayorista). Este monto tendrá una afectación específica, por lo que no sería un impuesto coparticipable.

Según el proyecto, lo recaudado se destinará de la siguiente manera: un 25% para programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural; un 20% a comprar equipamientos de salud para atender la pandemia; un 20% a apoyar a PyMEs con subsidios y créditos; un 20% para financiar un relanzamiento del plan Progresar destinado a jóvenes estudiantes; y un 15% para urbanizar barrios populares (en donde trabajarán los vecinos y vecinas de cada barrio).

Lo que hay que resaltar igualmente, es el contexto general en donde aparece por arte de magia esta propuesta. Ante la recesión económica que viene siendo sostenida desde 2018, hay que sumar la crisis económica ahondada desde marzo a la fecha por la pandemia de Covid-19. En ese marco económico el panorama es desalentador, sumado a que en breve se espera la “visita” del FMI para seguir “conversando en el plan de saneamiento macroeconómico de la economía argentina” (léase más ajuste, para simplificar la idea). En ese contexto es que la Política decide proponer este impuesto, y es en este mismo contexto que el Capital nacional decide “acompañar”. Si total el ajuste a las jubilaciones, el presupuesto 2021 con importantes recortes, el descongelamiento de las tarifas de luz y gas para el próximo año y la suspensión del Ingreso Familiar de Emergencia 4 ya son una realidad. De esa manera ya es claro quienes seguirán perdiendo y quienes seguirán acumulando a pesar de este “aporte solidario”, ya que lo que se pierda en una ventanilla, se recuperará en la siguiente.

Por último, y sólo como un dato estadístico que permita contextualizar, no está de más resaltar que la Argentina pasó de tener 163 impuestos en 2019, a un total de 165 en 2020, según informó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Nación tiene un total de 41 tributos, las provincias 39 y los municipios 85.

Apenas 6 tributos recaudan el 70% del total en la Argentina: el Impuesto al Valor Agregado (IVA), los Aportes a la Seguridad Social, las Contribuciones a la Seguridad Social, el Impuesto a las ganancias de personas humanas, el Impuesto a las Ganancias de sociedades y el impuesto provincial sobre los Ingresos Brutos. En contraposición, otros 154 tributos diferentes recaudan el 10% restante a nivel consolidado. Grabar, tributar, recaudar: Política, Estado, Capital.